En una carretera sin tránsito
goteaba el viento seco de Ademuz.
Los árboles huyen de esta tierra
sin raíz, toscos huecos de roca.
El sol, hostil, seguirá quemando
las diezmadas trenzas de soledad.
¡Aquí, hasta el calor se esconde!
Pájaros de piedra y erosión soez
marcan sendas de difícil recorrer.
Esperar los ademanes del tiempo,
el vacío se llena de nada, y así
se queda, de aire envuelto.
Los lazos que nos unen son…
¡tan finos!
como gotitas en una gran nube blanca.